Desafiando La Gravedad

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domingo, 7 de diciembre de 2008

Chenoa no defraudó a la gente que llegó antenoche al Palacio de los Deportes. Ileana Arauz


Más rápido se mueve una tortuga o un perezoso que la voluntad de los costarricenses, quienes se aperezaron para hacer su donativo a la edición número 24 de la Teletón, que se efectuó la noche del viernes y todo el sábado, y cuya meta original era recaudar ¢450 millones constantes y sonantes.
Al cierre de esta edición no se supo cuánto recaudó el Club Activo 20-30 Internacional de San José, organizador de esta actividad de 27 horas continuas, y cuya primera emisión fue allá en 1984
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Sin embargo, les puedo contar la experiencia de las primeras cuatro horas de esta maratónica actividad: recién pasada la medianoche del viernes, los cuatro primeros animadores (Verónica Bastos, Édgar Silva, Geovanny Calderón y Ginnés Rodríguez) pidieron la primera “pizarra” de la jornada.
Y a la pizarra le dolió encender los numeritos que conformaron la primera cifra: poco más de ¢13 millones. Alguien sentado muy cerca mío exclamó: “¡De por sí, al final se juntará todo el dinero!”.
No deja de tener razón. Fieles al lema popular de que dejamos todo para última hora, aquellos animadores le recordaron a la gente la necesidad de donar, donar y donar. “Lo que usted dé: un colón, dos colores o lo que guste... todo eso se le multiplicará”, fueron las palabras de Bastos.
Cartel. Al rato llegó la primera presentación internacional: el mexicano David Cavazo. En su presentación de tres canciones ofreció su éxito Bruja hada .
A las 11 p. m., llegó al escenario la niña “símbolo”, Cristal Pérez, acompañada de sus padres. Geovanny Calderón le tenía varias sorpresas cortesía de varias empresas patrocinadoras: una computadora, una beca con todo pago, una cocina y otros regalos.
Cuando las manecillas del reloj corrían presurosas hacia la medianoche, el Palacio estalló en gritos y aplausos cuando apareció de negro rígido la cantautora española Chenoa, quien deleitó a los presentes con cuatro temas: Rutinas, Absurda Cenicienta, Bolsillo de revés y Todo irá bien.
Y este fue el mensaje que ella quiso dejar antes de marcharse: con la ayuda de todos los costarricenses todo irá bien para la Unidad de Quemados del Hospital Nacional de Niños, a la que se le destinarán los ¢450 millones que, se espera, se logren recaudar para la compra de equipo especializado.

Una “absurda cenicienta” apoya a los niños quemados



Con Chenoa cerró el bloque de apertura y llegó la primera pizarra: ¢13.362.523. Pero la hermosa voz de esta Argentina radicada en España fue precedida por la donación de la Cámara de Turismo de Osa: ¢1 millón de colones.
Sin embargo, el corazón de esta hora fue Cristal Pérez Ramírez: conocimos su valentía, con todo el dolor de su historia. Los papás de la niña símbolo relataron cuánto les ha cambiado la vida desde el accidente en el que Cristal se quemó. Importadora Monge y Fundación M le regalaron una computadora y la hicieron miembro de “A Costa Rica le tengo fe”, una iniciativa que la hace beneficiaria de una beca desde ahora y hasta que termine la secundaria.Ahora se desarrolla el primer bloque juvenil, que seguirá hasta las 4 a.m.

Rencuentro con busta IMAGENES